Socio del sindicato encontró la fórmula perfecta para hacer los mejores alfajores y cuchuflis junto a su esposa
Se trata del socio Víctor Maraboli, trabajador de la cuenta Soprole. Hace ocho años, junto a su esposa, comenzó a hacer cuchuflis y alfajores artesanales. Con los años fueron mejorando la fórmula hasta llegar a la “receta perfecta”. Se caracterizan por sus diseños y variados colores, que los distinguen en el rubro de las delicias. Son tan sabrosos que un pedido llegó hasta Venezuela.
Víctor trabaja hace cuatro años para la cuenta de Sorpole y actualmente desempeña sus funciones en Costanera Center. Con su esposa comenzó a realizar el emprendimiento “Delicias Valu” llamado así en honor a sus hijos, Valentina y Luciano.
¿Cómo comenzaron a hacer los cuchuflis y los alfajores?
Esto partió para generar dinero extra, hace unos 8 años atrás. Mi señora trabajaba en el centro, en un restorán, ella dejó ese trabajo y comenzamos a hacer cuchuflis , después llegaron los alfajores.
¿Y cómo fue evolucionando el emprendimiento?
Primero hacíamos cuchuflis en bolsitas, después, con el tiempo, en cajitas de a 25 cuchuflis. Y de ahí fuimos agrandando el surtido. Ahora hacemos de colores, con mezcla de manjar nuez, manjar lúcuma. También tenemos la torta de cuchufli, que es muy pedida. Hacemos alfajores con diseños. Y así hemos ido sacando variedad y agrandando la cobertura.
¿Se pueden hacer despachos a todo Chile?
Nosotros tenemos el fuerte en Santiago, pero también hemos enviado a regiones. Muchas veces son las mismas personas de Santiago que les mandan de regalo a familiares de región. Y otros que van probando y van contándole a otros, y así.
¿Y qué los distingue del resto de ofertas del rubro?
Nuestro fuerte es trabajar con color, porque no los venden en todos lados. Siempre está el chocolate negro, pero los colores es nuestra distinción. También el hecho de que trabajamos con productos de buena calidad, algunos nos han dicho que en otros lados son un poco más baratos, pero una vez que lo prueban nuestro producto, no pueden dejar de comprarnos. Y otra cosa importante, es que ningún producto tiene más de 48 horas de elaboración. Trabajamos a pedido, no con stock, por eso el producto llega siempre fresco a las casas.
¿Hacen pedidos especiales?
Si, por ejemplo, hay una señora que vende desayunos, entonces nos pide según los gustos que le solicitan. A ella le entregamos en bolsitas.
¿Cómo llegaron a la fórmula perfecta?
Mi esposa los iba preparando y yo hacía de catador, y le iba haciendo sugerencias. Luego, con los mismos clientes que nos iban haciendo pedidos especiales, fuimos llegando a nuevos sabores, como el manjar nuez, o manjar lúcuma. Y así en ese constante crear, llegamos a la “fórmula perfecta”, por así decirlo. Ahora estamos sacando los snickers en bolita, por ejemplo.
¿Su esposa tomó algún curso de repostería?
No, ella es autodidacta igual que yo, hemos ido aprendiendo en el camino. Vamos probando hasta que sale la fórmula perfecta. Nos tiene que gustar a nosotros primero y de ahí sacamos el producto a la venta.
“El que prueba se repite”
Víctor nos cuenta que la calidad y sabores de sus productos se respaldan en los clientes, que son permanentes “tenemos clientes de hace 6 u 8 años que nos hacen sus pedidos mensuales de chocolates. El que prueba nuestros productos, se repite, literal”.
Respecto al doble trabajado que significa sostener un emprendimiento, Víctor nos comenta que se puede gracias al trabajo en equipo, que en este caso es con su señora y bajo la motivación de tener algo propio que lo respalde “Sé que si tuviera que dedicarme 100% a Delicias Valu, podría vivir de esto, por ahora no es posible porque mi tiempo principal está en mi trabajo como reponedor, pero me da tranquilidad saber que tengo esto otro también”
¿Cómo es una jornada laboral suya incluyendo el trabajo en Delicias Valu?
Trabajo durante todo el día, tengo dos trabajos, uno en la mañana y otro en la tarde, así es que me multiplico. Y saliendo de eso comienzo a hacer los repartos a eso de las 20.30 o 21 horas. Tomo mi moto y voy recorriendo todo Santiago despachando los pedidos. O también los hago antes de entrar a trabajar, a las 7 de la mañana. Trato de ir adaptándome. También hago entrega en el metro Tobalaba, que es el metro cercano a mi trabajo.
¿No han pensado en que otra empresa haga las entregas?
Mi señora me ha dicho eso, pero es que no es lo mismo. Una empresa de delivery van cuando ellos pueden, no te avisan, muchas veces los clientes no están. En cambio, yo coordino directo con los clientes según la hora que ellos puedan. Es más personalizado, además, voy conociendo a los clientes. Hay una cercanía, se genera ese lazo.
¿Y los pedidos fuera de Santiago?
Bueno, ahí los enviamos con empresas de despacho. Y un caso particular que tuvimos fue un despacho a Venezuela. Un cliente nuestro, que era un empresario, llega un día y me dice que le prepare dos cajas con productos para enviar a Venezuela. Entonces los productos tenían que estar sellados al vacío. No tuvo ningún problema en el aeropuerto y los productos llegaron en excelente estado. Un lindo reconocimiento que esa persona quisiera llegar con regalos desde Chile y que esos regalos hayan siso nuestros productos.
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