Historia del Sindicato Complementos Chile
Cada año miles de personas en Chile se integran al régimen del subcontrato. Esta realidad, lejos de garantizar derechos, ha precarizado las condiciones laborales y vulnerado derechos sindicales de los trabajadores y trabajadoras a lo largo del país.
Para contrarrestar esta situación, han emergido diferentes organizaciones que buscan recuperar la dignidad de los trabajadores y garantizar condiciones mínimas para su bienestar y el de sus familias.
Este mismo propósito persiguieron hace diez años un grupo de hombres y mujeres que se desempeñaban en el sector retail como vendedores y reponedores. Fue así como en 2008 las promotoras de L’Oréal Vicky Vega, Viviana Sabino y Aida XXXXX lograron convencer a los reponedores Abel San Martin y XXXXX, para formar una organización que dialogara con la empresa y así pudieran dar solución a irregularidades que habían detectado, como faltas en el pago de remuneraciones y poca claridad con respecto a las metas.
Con dificultad debido al temor de los compañeros y compañeras a sindicalizarse, este grupo logró convencer y sobrepasar por poco el mínimo requerido para formar un sindicato. De esta forma, el 19 de marzo de ese año, y con un cuórum de 26 trabajadores, dieron inicio al “Sindicato de Interempresa de Trabajadores de Promoción y Ventas”, de la compañía de outsourching y RR.HH. ECR Group.
Si bien en un comienzo funcionaron sin cuota sindical y con las identidades de los socios y socias reservadas por temor a ser despedidos, meses después, y ya reconocidos por la empresa, llegó el tiempo de crecer.
Fue así como en 2009 “los 300” (que se llamaron así por la película homónima y por el número de asociados que habían alcanzado) enfrentaron su primera negociación colectiva como sindicato de empresas, con un petitorio de mejoras laborales y de remuneraciones.
Tras no llegar a acuerdo decidieron votar una huelga que los tuvo 8 días manifestándose en la calle contra un holding de más de 60 mil empleados. Gracias a la movilización y la cobertura que despertaron, pudieron llegar a acuerdo con ECR Group, consiguiendo 21 mil pesos: 7 mil en locomoción, 7 mil en colación y 7 mil en sueldo base, dejando el IPC pactado una vez en el año; bonos de vacaciones, escolaridad, incremento de aguinaldos, negociación cada dos años y bono de término de conflicto.
Ya con una negociación en el cuerpo, el sindicato fue despertando el interés de compañeros de otras marcas de la misma razón social, que se fueron sumando hasta alcanzar los 564 integrantes. Así en 2011 presentaron su segunda negociación colectiva, liderados por dirigentes como José Olivares, Felipe Chamorro y Abel San Martin, que pudieron perfeccionarse en diferentes escuelas sindicales.
Según sus protagonistas esta fue la negociación más dura de su historia. A los 22 días de huelga tras no llegar a acuerdo se sumó la repentina muerte de un amigo y comprometido socio, el compañero Alexis Martínez, que murió en medio de la demanda colectiva dejando a su pareja e hijos.
Pasó la Navidad y los trabajadores no dieron un pie atrás sino hasta el 27 de diciembre, cuando lograron cerrar el contrato colectivo con la empresa con mejoras en las condiciones de trabajo y remuneraciones, bonos de colación y movilización, sueldo base y bono de término de conflicto de 150 mil.
Con la dedicación exclusiva para labores sindicales luego de un arduo litigio en el Tribunal Constitucional, los dirigentes comenzaron a “conquistar” nuevos territorios. Empezaron por los alrededores de la Región Metropolitana y siguieron con San Felipe, Viña del Mar, Quillota, Calera, Rancagua, San Fernando, Rengo, Curicó, Talca, Linares, La Serena y Coquimbo.
Con este cúmulo tenían aún más fuerza para negociar, y con más de 800 trabajadores comenzaron en 2014 la tercera negociación colectiva con un petitorio creado por los mismos trabajadores reunidos de Arica a Chiloé. Por primera vez en su historia cerraron un tercer proceso de negociación colectiva sin conflicto con la empresa, con una aprobación de un 80% de los trabajadores.
Si en 2014 el sur fue el escenario de la “gira sindical”, en este nuevo ciclo sería el norte. Arica, Iquique, Antofagasta (hoy la segunda zona con más socios), Copiapó, La Serena y Coquimbo fueron algunas de las ciudades que visitaron contando la experiencia de “los 300”. Los esfuerzos lograron agrupar a más de 1000 activos, lo que permitió que en la cuarta negociación en 2016 pudieran llegar a acuerdo en buenos términos.
Hoy, con alrededor de 1500 socios, el Sindicato Complementos se enfrenta a un nuevo contrato colectivo con una nueva Reforma Laboral. Paralelamente, mantienen una lucha en el Tribunal Constitucional por conseguir 7 domingos adicionales y con orden prejudicial para tener derecho al pago de la semana corrida.
Todos estos desafíos, sin embargo, son un aliciente para seguir trabajando por un sindicato que ha sabido de momentos difíciles pero también de hitos, asistiendo a la Cámara de Diputados y el Senado a mesas de trabajo en beneficio de derechos laborales, incidiendo en el Código del Trabajo, en el proyecto de Ley de Feriados Irrenunciables y muchos otros. Luchando por la igualdad, para y por l@s trabajador@s